28.10.16

"El ojo de la cerradura", de Nelson Verástegui. Ganador del IX Premio Internacional Vivendia-Villiers de Relato

El ojo de la cerradura
Nelson Verástegui
(Ediciones Irreverentes, Narrativa, 125)
286 páginas • 18€
ISBN: 978-84-16107-39-1
Ganador del IX Premio Internacional Vivendia-Villiers de Relato

El autor explora el mundo en sus relatos, con lenguaje vanguardista, poniéndose él mismo en la piel de personajes que viven situaciones extrañas, inexplicables, para llevar al lector a cuestionarse a sí mismo reflexionando después de cada relato además de sorprenderlo con los desenlaces. Los temas: el amor, el misterio, la psique humana, sucesos insólitos, el humor, la tecnología, la muerte, el odio, los sueños, el futuro, la infancia, la amistad, el arte o la escritura.
            El ojo de la cerradura es el libro de relatos ganador del IX Premio Internacional Vivendia-Villiers de Relato. Una de las razones por las que Nelson Verastegui mereció el premio es por su capacidad para pasar del relato negro al intimismo, del erotismo a la fantasía, del hecho cotidiano intrascendente a un futuro sobre el que solo tenemos intuiciones. Y siempre manteniendo su personalidad, con ciertas dosis de humor y desapego y una continua ternura por el ser humano.

Nelson Verástegui
(Bogotá, Colombia, 1954) Llegó a Europa con una beca del Gobierno francés para estudios de postgrado que terminó en 1982 en Grenoble especializándose en tratamiento automático de lenguas naturales. Vive en Ferney-Voltaire, cerca de Ginebra, Suiza, donde trabajó como funcionario internacional de 1988 a 2014. Anteriormente a El ojo de la cerradura publicó el libro de relatos Las seis y una noches y la novela El baúl de Napoleón y ha participado en diversas antologías, como Las estratagemas del amor, El último Borbón, París, Nueva York, Yo también escuchaba el parte de RNE, El sabor de tu piel, Relatos en corto para lectores inteligentes con prisa y Antología del relato negro I, entre otros. Es el editor literario del cadáver exquisito Democracias intervenidas por títeres sin cabeza. Mantiene el blog http://nv-impresiones.blogspirit.com

"Equipaje de amor para el silencio", de Ángela Hernández Benito

Accésit de IX Premio Internacional Vivendia-Villiers de Relato

Relatos intimistas, de estilo clásico, con temas cercanos, como la brevedad de la vida y la fugacidad de nuestras pasiones, los miedos cotidianos o la incomunicación. En Equipaje de amor para el silencio hay relatos intimistas, de estructura y estilo clásico, con temas cercanos, como la brevedad de la vida y la fugacidad de nuestras pasiones, nuestros miedos cotidianos, la incomunicación o el desamor, uno de los grandes males de la sociedad actual, que en este libro se nos muestra desde diferentes perspectivas. En estos últimos relatos es donde encontramos una mayor dosis de ironía, algo que aparece habitualmente a lo largo de la obra de Ángela Hernández Benito.
            En estas páginas compartimos la vida de protagonistas como una pareja que dona un riñón de su hijo muerto, que quizá fue trasplantado a un joven que ellos conocen, y en el que ven bullir la vida de su hijo; mujeres que se enfrentan a la dureza de la vida laboral; relaciones especiales de algunas personas con ciertos animales domésticos; los amigos que nos van dejando y con su muerte la llegada de los recuerdos, y mujeres educadas para un tipo de vida que se encuentran con que el mundo ha cambiado y deben adaptarse a él, superando barreras, dificultades, luchando a diario. Con Ángela Hernández Benito se comprueba que es cierto que las escritoras son más empáticas que los hombres y poseen un rango emocional más amplio. La autora -al igual que le pasará a los lectores- se identifica con los personajes y hace suyas sus penas y alegrías. Ello nos permite introducirnos en la piel de sus personajes y vivir sus experiencias. Al acabar de leer estas páginas, el lector sentirá la necesidad de hacer caso a Robert Herrick cuando afirmó "Coged las rosas mientras podáis, veloz el tiempo vuela". Al acabar la lectura, que nos recuerda la fugacidad de todo, nos espera la vida, que no nos perdonará que no nos sumerjamos en ella.

La autora: Ángela Hernández Benito
(Bogajo, Salamanca)
Reside en Valladolid. De formación pedagógica y humanista, fue directora del colegio Padre Damián durante varios años. Actualmente es directora de la Casa-Museo de Zorrilla del Ayuntamiento de Valladolid.
            Tiene en su haber una treintena de premios literarios entre los que se encuentran: el premio de ensayo de la Revista de Escuela Española, el Antonio Reyes Huertas de Zaragoza, el José Rodao de Poesía, Rescatando la memoria, de MAPFRE etc. Cuenta con el Premio de los Amigos del Teatro 2013 por su labor en favor de la cultura.
            Ha publicado varias novelas entre las que se encuentran: La babuschka, Pelitre. Insecticida para chinches, Un cero a la izquierda y Vendetta. Ha participado en 26 antologías de relato, entre las que se encuentran Tras las huellas de Arsenio Lupin y Mujeres en la historia, de M.A.R.Editor, y ha publicado el poemario La noche y la mentira.

            Cuenta con artículos aparecidos en revistas como Gaceta Cultural del Ateneo de Valladolid, Atticus, Argaya, Alkaid Ediciones, etc., y periódicos como El Norte de Castilla. Ha hecho adaptaciones para teatro y ópera y ha colaborado durante doce años en el programa de la Cadena Ser "A vivir que son dos días Castilla y León" con su espacio de fin de semana "La información desclasificada de Ángela Hernández".
El escritor colombiano afincado en la ciudad francesa de Ferney-Voltaire Nelson Verástegui es el ganador del IX Premio Internacional Vivendia-Villiers de relato con su libro de relatos El ojo de la cerradura, entre 123 obras participantes de 17 países. El accésit ha correspondido a la escritora salmantina afincada en Valladolid Ángela Hernández Benito, por su obra Equipaje de amor para el silencio

El autor: Nelson Verástegui
Nelson Verástegui (Bogotá, Colombia, 1954). Llegó a Europa con una beca del Gobierno Francés para estudios de postgrado que terminó en 1982 en Grenoble especializándose en tratamiento automático de lenguas naturales. Vive en Ferney-Voltaire, cerca de Ginebra, Suiza, donde trabaja como funcionario internacional desde 1988. Con su anterior libroLas seis y una noches fue accésit del IV Premio Vivendia de relato. Además, ha publicado la novela El baúl de Napoleón.

La obra: El autor explora en sus relatos el mundo, con lenguaje vanguardista, poniéndose él mismo en la piel de personajes que viven situaciones extrañas, inexplicables, para llevar al lector a cuestionarse a sí mismo reflexionando después de cada relato además de sorprenderlo con los desenlaces. Los temas: amor, misterio, psiquis, sucesos insólitos, humor, tecnología, muerte, odio, sueños, futuro, infancia, amistad, el arte o la escritura. 



Accésit: Ángela Hernández Benito
Ángel Hernández Benito (Gogajo, Salamanda) vive en Valladolid. De formación pedagógica y humanista fue directora del Colegio vallisoletano Padre Damián y en la actualidad es directora de la Casa Museo de Zorrilla. Ha ganado una treintena de premios literarios. Entre sus libros publicado aparecen las novelas: La babuschka, Pelitre insecticida para chinches, Un cero a la izquierda y Vendetta, así como diversos poemarios.

La obra: En Equipaje de amor para el silencio encontramos relatos intimistas, de estructura y estilo clásico, con temas aparentemente cercanos, entre ellos el desamor. En estos últimos relatos es donde encontramos una mayor dosis de ironía, algo que aparece habitualmente a lo largo de la obra. 

Recepción de obras en el IX Premio Vivendia-Villiers de relato, por países
España 68 originales
Argentina 12
México 9
Colombia 8
5 originales de Uruguay y Cuba
3 originales de Perú
2 originales de Ecuador, Chile y Alemania 2
1 original de Venezuela, El Salvador, Bolivia, Holanda, Honduras, Polonia y EEUU 


27.5.15

El último vagón, de Kalton Bruhl, según Pedro Pujante

En El último vagón, uno de los relatos sobre relaciones paternofiliales más tiernos y conmovedores que he leído en mucho tiempo –y que además da título al volumen-, Kalton Harold Bruhl (Honduras, 1976) expone su visión de la vida como un tren a través del cual vamos acumulando, transportando recuerdos. La metáfora puede igualmente servir para fotografiar un libro de cuentos breves, que como vagones se anudan unos a otros conformando un alargado entramado de piezas que se deslizan independientes pero compactas en forma de libro-tren por las vías de la literatura actual. Este es el caso de El último vagón, un libro de relatos que merecidamente quedó finalista en el VII Premio Internacional de Relatos Vivendia-Villiers.
No obstante, el libro que comentamos apunta en otra dirección. Los relatos de Harold Bruhl son minuciosos estudios de la mente humana. Con un incisivo sentido del humor y gran ojo clínico se adentra en el alma de sus personajes y los desmenuza desde su propio núcleo. Las historias breves que componen esta antología derivan por inciertos derroteros y el lector jamás adivina qué final inesperado le aguarda.
Muchos cuentos parecen participar de técnicas cinematográficas y presentan escenas, planos y secuencias que hacen trabajar nuestra mente a un nivel visual. Los temas que abordan muchos de los relatos coinciden: la maldad, la venganza y las oportunidades que nos ofrece la vida.
Por ejemplo en "Votos nupciales" asistimos a las vicisitudes de un feliz hombre casado que comienza a ser visitado por el fantasma asfixiante y voluble de los celos. En "Cuando desperté" el narrador nos relata una historia de enterramientos, heredera del mismoPoe, pero cuyo argumento Harold Bruhl ha sabido retorcer hasta hacernos ver que la literatura no tiene un punto de llegada determinado, sino que siempre puede dar un paso más. "El último concurso" es una historia moderna de fantasmas que emociona más que asusta. "La carta", quizá uno de los relatos más perfectos, es una rescritura de un famoso cuento de Cortázar, "La salud de los enfermos", pero que el autor hondureño ha sabido condensar hábilmente en una tensa y eficaz página.
Harold Bruhl es un gran contador de historias cortas (veintidós componen esta antología), que somete al lector a un tour de force de gran magnitud, que se mueve como un monstruo en un pantano por las turbulentas aguas del mundo abisal del relato breve y que sabe impactar con una escritura certera, precisa y cierta ironía bien calculada.

Pedro Pujante

Un descubrimiento de Ediciones Irreverentes, nuevo académico de la Lengua: Kalton Harold Bruhl

Descubrí al escritor Kalton Harold Bruhl (finalista del premio Vivendia-Villiers de Relato) en los tiempos en que Josefina Beneitez, directora de Radio Exterior de España, me dejó dirigir un programa, al que titulé Sexto Continente. (El Sexto Continente es el español, un continente que se extiende a través del planeta). Le concedí a Kalton el III Premio de relatos Sexto Continente, sobre Hiroshima; el IV, de Relato Negro, porque vislumbré al genio. No le conocía nadie. Poco después, ganó el Premio Centroamericano de Novela, que refrendaba que era un autor de lujo. Otro ganador del Premio Sexto Continente es Arquímedes González, también Premio centroamericano después. Publicamos en Ediciones Irreverentes dos fantásticos libros a Kalton Harold Bruh que la prensa especializada ni se molestó en echar una mirada, porque estaban ocupados con los coleguis, los anunciantes, y los libros de las 3 empresas más grandes, que pueden tener detalles: El último vagón y La mente dividida. En realidad, tampoco pareció importarle demasiado al distribuidor, a los libreros, y a los lectores. ¿Quién tiene tiempo para mirar una joya cuando te ofrecen 90.000 productos al año?

           Ahora, Kalton acaba de ser elegido miembro de la Academia Hondureña de la Lengua, así que ahora es miembro correspondiente de la Real Academia de la Lengua Española.
            ¿Lección de todo esto? Cuando veas un libro gilipollas en los medios de comunicación, en las listas de más vendidos, y a su autor sacándose fotos con Leticia Sabater y entrevistado en Tele 5, ni te inmutes. Sigue con tu obra, todo eso que ves será devorado por el tiempo, convertido en compost, abono para las plantas. Sólo la obra permanece. Quizá hayas publicado en Ediciones Irreverentes, Periódico Irreverentes o M.A.R. Editor y ni aún así le conozcas, aunque sepas de memoria de qué tratan El tiempo entre costuras y Sombras de Grey. Pues bien, piénsalo un momento. ¿Por qué no has leído las obras de autores como los que menciono? Ya, demasiada oferta, quizá.
            Hay editoriales que colocan los libros por palés en los supermercados, otras editoriales descubrimos a autores que han venido para quedarse para siempre... Aunque, en el fondo, da igual: todo es vanidad. Felicidades, Kalton. Y quien haya leído a la Dueñas y a Bucay en lugar de a ti, que se joda.
            No hemos venido aquí a hacer amigos, sino a dejar frutos para la eternidad. Aunque al leer esto te rías. Hay realidades que al no entenderse provocan una sonrisa.


Miguel Angel de Rus


III Premio Sexto Continente de Relato, http://www.edicionesirreverentes.com/SextoContinente.html
IV Premio Sexto Continente de Relato, http://www.edicionesirreverentes.com/SextoContinenteNEGRO.html  


21.11.14

Bases del IX PREMIO INTERNACIONAL VIVENDIA-VILLIERS DE RELATOS

Bases del IX PREMIO INTERNACIONAL VIVENDIA-VILLIERS DE RELATOS http://www.edicionesirreverentes.com/vivendia9.htm organizado por Ediciones irreverentes.
Puedes participar desde cualquier parte del mundo
 
Como sabes, el libro ganador se publica en nuestra Colección de Narrativa. Pero además del libro que gane (hasta 180 páginas) este año nos hemos propuesto buscar buenos libros de relatos que no pasen de 120 páginas para publicarlos en nuestra Colección Cercanías, dedicada a la narrativa breve. 

Te ponemos enlaces a los distintos libros premiados en anteriores convocatorias para que los conozcas, por si te puede servir de orientación.
 
La nave de los locos de Elena Marqués
Vorágine, de Alexander Drake
A machetazos, de Susana Corcuera
El mundo entero en una calle, de Álvaro Díaz Escobedo
Maldito tiovivo, de José Melero
El silencio perturbado, de Isabel María Abellán
Cuentos apócrifos, de José Antonio Rey
Soledad de otoño, infancia de silencio, de Antonio López Alonso
 

20.11.14

La nave de los locos, de Elena Marqués, en Escritores.org

Mirar la vida desde el otro lado. Mirarla como si nadie la viera más que nosotros, como si todo fuera tan irreal que nuestros increíbles sucesos vitales le sucediesen a los otros. A esos que creemos que, aun teniendo nuestra propia cara, no conocemos, es decir, a los extraños que habitan dentro de uno mismo. Esa especie de pantalla transparente, donde nada es lo que parece, es la que utiliza la narradora para dar vida y sentido a los personajes de La nave de los locos, que asisten al devenir del mundo como escritores omniscientes que todo lo ven. Elena Marqués se lanza al vacío de los espacios abiertos por los recuerdos, y de las geografías caprichosas que deambulan por las rendijas de los sentimientos de sus protagonistas. Las historias que encierran esta colección de relatos conjugan lo irreal dentro de la realidad, la mentira en el interior de la verdad más escabrosa, y así sucesivamente, pues todas ellas nos plantea las vivencias de diferentes personas a través de múltiples locuras desarrolladas en campos temáticos como la suerte, la memoria, el pasado o los deseos. Amplitud y variedad de situaciones, vidas y personajes que, casi siempre, tienen en común la sombra del realismo mágico enraizado, digamos en Gabriel García Márquez, y el profundo eco de una cultura y unas voces mágicas que, entre otras cosas, nos demuestran el gran domino formal de la lengua por parte de la escritora sevillana y su predilección por ese tipo de narrativa anclada en la otra parte de lo real, lo que le lleva, por ejemplo, a tratar la muerte no como protagonista de sus historias, sino como un escenario donde poder retratar a unos personajes que se desenvuelven y explican a través de ese entorno en el que poder seguir dando círculos infinitos. La magia negra, los santeros, las prostitutas, los policías y los propios asesinos conforman, entre otros prototipos de personajes, un universo de locos que se explican a través de los otros, como en el relato que abre esta colección, que fue distinguida con el VIII Premio Vivendia-Villiers de libros de relatos convocada por Ediciones Irreverentes. En este primer relato que también sirve como título al resto, La nave de los locos, asistimos a esa locura en forma de altavoz que deviene en eco; un eco que se torna en pesadilla y acaba en muerte. Una locura que es imaginada, como en el relato titulado Compañeros de piso, o que en Juegos de azar y de heliconia convierte en protagonista de la alienación a los juegos de azar que trasciende el poder de la suerte para devenir en el trágico destino de una vida. Sin embargo, no es la muerte el sino de esta colección de historias e intrahistorias, porque también existe la locura de los recuerdos, como la que se encuentra presente en A nadie le amarga un dulce, un campo de minas rodeado de recetas y diferentes texturas interiores y exteriores. Ese paso del tiempo que en Café Recuerdos nos lleva a la necesidad de la otra vida que ya nunca más volverá, como si todo hubiese sido un falso espejismo que dura un mísero instante. O como en Clara, donde asistimos a ese gran domino de la narrativa criolla donde lo fantasmagórico y lo mágico cobran un gran protagonismo, y donde la riqueza léxica de la autora sale a relucir de una forma sobresaliente. O como en El arte de untar galletas, donde la locura atrapa a quien la tiene que curar, con el cine de trasfondo que hace de perfecto juego de contrarios que al final encuentra un perfecto encaje. O como la locura de la nostalgia presente Entre deshielo y deshielo, o la metáfora de la huida de la realidad presente en El mapa y el tablero. Y así sucesivamente hasta trazar un completo mapa de locos y locuras a través de veintiocho relatos cortos, donde la suerte, la memoria, el pasado, los deseos y la muerte rellenan nuestros días, convirtiendo a nuestras vidas en perfectos campos temáticos de la locura.

Mirar la vida desde el otro lado. Mirarla como si nadie la viera más que nosotros, como si todo fuera tan irreal que nuestros increíbles sucesos vitales le sucediesen a los otros. A esos que creemos que, aun teniendo nuestra propia cara, no conocemos, es decir, a los extraños que habitan dentro de uno mismo. Esa especie de pantalla transparente, donde nada es lo que parece, es la que utiliza la narradora para dar vida y sentido a los personajes de La nave de los locos, que asisten al devenir del mundo como escritores omniscientes que todo lo ven. Elena Marqués se lanza al vacío de los espacios abiertos por los recuerdos, y de las geografías caprichosas que deambulan por las rendijas de los sentimientos de sus protagonistas. Las historias que encierran esta colección de relatos conjugan lo irreal dentro de la realidad, la mentira en el interior de la verdad más escabrosa, y así sucesivamente, pues todas ellas nos plantea las vivencias de diferentes personas a través de múltiples locuras desarrolladas en campos temáticos como la suerte, la memoria, el pasado o los deseos. Amplitud y variedad de situaciones, vidas y personajes que, casi siempre, tienen en común la sombra del realismo mágico enraizado, digamos en Gabriel García Márquez, y el profundo eco de una cultura y unas voces mágicas que, entre otras cosas, nos demuestran el gran domino formal de la lengua por parte de la escritora sevillana y su predilección por ese tipo de narrativa anclada en la otra parte de lo real, lo que le lleva, por ejemplo, a tratar la muerte no como protagonista de sus historias, sino como un escenario donde poder retratar a unos personajes que se desenvuelven y explican a través de ese entorno en el que poder seguir dando círculos infinitos. La magia negra, los santeros, las prostitutas, los policías y los propios asesinos conforman, entre otros prototipos de personajes, un universo de locos que se explican a través de los otros, como en el relato que abre esta colección, que fue distinguida con el VIII Premio Vivendia-Villiers de libros de relatos convocada por Ediciones Irreverentes. En este primer relato que también sirve como título al resto, La nave de los locos, asistimos a esa locura en forma de altavoz que deviene en eco; un eco que se torna en pesadilla y acaba en muerte. Una locura que es imaginada, como en el relato titulado Compañeros de piso, o que en Juegos de azar y de heliconia convierte en protagonista de la alienación a los juegos de azar que trasciende el poder de la suerte para devenir en el trágico destino de una vida. Sin embargo, no es la muerte el sino de esta colección de historias e intrahistorias, porque también existe la locura de los recuerdos, como la que se encuentra presente en A nadie le amarga un dulce, un campo de minas rodeado de recetas y diferentes texturas interiores y exteriores. Ese paso del tiempo que en Café Recuerdos nos lleva a la necesidad de la otra vida que ya nunca más volverá, como si todo hubiese sido un falso espejismo que dura un mísero instante. O como en Clara, donde asistimos a ese gran domino de la narrativa criolla donde lo fantasmagórico y lo mágico cobran un gran protagonismo, y donde la riqueza léxica de la autora sale a relucir de una forma sobresaliente. O como en El arte de untar galletas, donde la locura atrapa a quien la tiene que curar, con el cine de trasfondo que hace de perfecto juego de contrarios que al final encuentra un perfecto encaje. O como la locura de la nostalgia presente Entre deshielo y deshielo, o la metáfora de la huida de la realidad presente en El mapa y el tablero. Y así sucesivamente hasta trazar un completo mapa de locos y locuras a través de veintiocho relatos cortos, donde la suerte, la memoria, el pasado, los deseos y la muerte rellenan nuestros días, convirtiendo a nuestras vidas en perfectos campos temáticos de la locura.
Crítica publicada en Escritores.org
https://www.escritores.org/index.php/recursos-para-escritores/colaboraciones/11546-elena-marques-la-nave-de-los-locos-el-juego-de-las-identidades-confrontadas-  

31.12.13

La nave de los locos, de la escritora sevillana Elena Marqués, ha resultado ganadora del VIII Premio Vivendia-Villiers de libro de relatos


La obra La nave de los locos, presentada bajo el lema "Desechos de tienta y defectuosos", de la escritora sevillana Elena Marqués, ha resultado ganadora del VIII Premio Vivendia-Villiers de libro de relatos, convocado por Ediciones Irreverentes, entre 166 obras participantes de 22 países.
El jurado ha dado el galardón a esta obra por "su gran calidad formal, con formas narrativas cuidadas y novedosas, y por la profundidad psicológica de la autora".

Elena Marqués: (Sevilla, 1968)

Licenciada en Filología Hispánica, trabaja como correctora de textos en el Parlamento de Andalucía. Ha publicado la novela El último discurso del general Santibáñez (Ediciones Oblicuas, 2012). Ha obtenido diversos galardones, como el primer premio del "Paso del Estrecho" en 2010, el primer premio del XV Certamen Literario "San Jorge", prosa; el primer premio del V Concurso de Relato Cortos Ciudad de Huesca; y el segundo del VIII Certamen de Poesía del Ayuntamiento de Herencia. Ha sido publicada en diversas antologías.

El comité de lecturas de Ediciones Irreverentes ha seleccionado cinco obras como finalistas del VIII Premio Vivendia-Villiers. Son las siguientes:

• Las postales pasaron de moda, de Johari Gautier, (Colombia)
• Sol de brujas, de Leonardo Rossiello, (Uruguay - Suecia)
• Pasiones de cristal, de Germán Díez, (España)
• Porque ya todo está escrito, de Nelson Verástegui (Colombia)
• El taxidermista, de Fulgencio Martínez López, (España)

 

La obra ganadora será publicada en Ediciones Irreverentes en la primavera de 2014.

Se han recibido originales de 22 países:
60 España
25 Argentina
18 México
13 Colombia
10 Cuba
7 Venezuela
6 Chile
5 Uruguay
4 Alemania
3 EEUU
2 Perú, Honduras, Ecuador
1 Finlandia, Grecia, Costa Rica, El Salvador, Bolivia, Holanda, Paraguay, Suecia, Francia

 Palmares del Premio Internacional Vivendia-Villiers de Relato

I Ganador Soledad de otoño, infancia de silencio, de Antonio López Alonso (Zamora, España)
I Accésit Tan oscura noche de tormenta, de Herminio Martínez (México)
II Ganador Cuentos apócrifos, de José Antonio Rey (Lugo, España)
II Accésit El espejo, de Antonio López del Moral (Madrid, España)
III Ganador El silencio perturbado, de Isabel María Abellán (Murcia, España)
IV Ganador Maldito tiovivo, de José Melero (Málaga, España)
IV Accésit Las seis y una noches, de Nelson Verástegui (Colombia)
V Ganador El mundo entero en una calle, Álvaro Díaz Escobedo (Santander, España)
VI Ganador A machetazos, Susana Corcuera (México)
VII Ganador Vorágine, Alexander Drake (San Sebastián, España)
VII Accésit Retrato de escritor con perro, José Manuel Fernández Argüelles (Nava, España)